martes, 16 de diciembre de 2014

LIBRO I - CAPÍTULO I

SINOPSIS DEL CAPÍTULO:

Una expedición de rescate integrada por (tres?) bárbaros llegan a una prisión subterranea. De allí rescatan a un mancebo, al parecer perteneciente a otra cultura ya que no hablan la misma lengua. La expedición tiene éxito pero dada la precariedad de la embarcación con la que se aventuran al mar, ocurre un accidente y la nave se destruye. El mancebo es rescatado por otra nave, nada se sabe de los bárbaros o se entiende que se han muerto.


OBSERVACIONES:

-Sobre el prisionero, tema que se reitera en Cervantes en otros textos como El amante liberal o el relato intercalado del cautivo en el Quijote de 1605, pero carece del tema morisco presente en estos dos ejemplos. Marcas autobiográficas menos evidentes pero presentes.

-Inicio in medias res. Misma forma adoptada en El amante liberal.

-La construción de la prisión en los diferentes relatos cervantinos y la relación de estas prisiones con la experiencia en Argel.  Ya que Pérsiles fue escrito antes que el Quijote, la experiencia de encierro era más reciente, y además no fue la única.


-El tema de los bárbaros. ¿Quiénes son estos bárbaros que aparecen? ¿a qué pueblo real o irreal pertenecen?
 -Sabemos que en total  los bárbaros eran cinco por lo que el narrador dice "...él (Corsicurbo) y otros cuatro bárbaros tiraron hacia arriba...", aunque luego diga  que "entre los cuatro, llegaron con él (el mancebo) a la marina".



NOMBRES Y PERSONAJES DEL CAPITULO

-Corsicurbo: bárbaro expedicionario que rescata al mancebo.

-Mancebo: personaje atrapado en la prisión subterranea.
-Bárbaro flechero: apuntaba al mancebo pero no quería matarlo.
-Cloelia: Figura invocada por el bárbaro. Puede ser una musa, una diosa, alguien real o ficiticio.
-Capitán: elogiado por el mancebo por haberlo rescatado del ¿naufragio?


FRASES DESTACADAS:


"No mostraba el gallardo mozo género de aflición alguna; antes, con ojos al parecer alegres, alzó el rostro y miró al cielo por todas partes y, con voz clara y no turbada lengua, dijo:


—Gracias os hago, ¡oh inmensos y piadosos cielos!, de que me habéis traído a morir a donde vuestra luz vea mi muerte, y no adonde estos oscuros calabozos, de donde agora salgo, de sombras caliginosas la cubran. Bien querría yo no morir desesperado*,  lo menos porque soy cristiano, pero mi desdichas son tales que me llaman y casi fuerzan a desearlo".

*morir desesperado quiere decir suicidarse, matarse a sí mismo.

remite un poco al famoso Salmo 23:4

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

¿Sería muy descabellado adjudicarle esta imagen a la sensación de una muerte inevitablemente próxima del anciano Cervantes? Así se despide en la última línea de su prólogo al Persiles:

"¡Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida!"

Cervantes en sus últimos días escribiendo la célebre dedicatoria al conde de Lemos (1883), Óleo sobre tela de Eugenio de Oliva y Rodrigo.


ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS Y VARIACIÓN LINGÜÍSTICA


CRONOTOPOS:

No hay marcas que indiquen un tiempo-espacio determinado.

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